No podemos ser tan distintos al que se encuentra a nuestro lado.
Pasamos entre la gente, y no nos damos el tiempo para observar los pequeños detalles que nos rodean.
Es responsabilidad de cada uno (o debería serlo), abrazar al que uno tanto quiere; no esperar hasta el momento en que nos arrepentimos por no haberlo hecho antes.
La vida diaria no nos deja gozar cada momento tanto como quisiéramos, eso todos lo sabemos.
El tiempo vale oro hoy en día, pero trata de dedicarle aunque sea un minuto a lo que es la vida realmente, que es disfrutar junto a lo que más quieres.
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